En primer lugar, es un hecho que las organizaciones certificadas en seguridad alimentaria están un paso adelante en la implementación de un sistema de gestión de calidad sostenible. Las organizaciones que operan de acuerdo con el sistema de seguridad alimentaria enfrentan menos incumplimientos.

En el sector de alimentos prevalece la percepción de que los pequeños productores generan más inseguridad en el mercado. Si evaluamos los certificados de seguridad alimentaria en torno a esta percepción, podemos concluir que los fabricantes con certificados de seguridad alimentaria pueden ser preferidos en términos de percepción del consumidor, independientemente del tamaño del negocio.

Hay tres áreas en las que las certificaciones de seguridad alimentaria ayudan a garantizar la calidad de los productos de un fabricante.

La primera de estas áreas es el producto en sí. Estar certificado significa que las capacidades y productos de la empresa satisfacen las necesidades del mercado y cumplen con las regulaciones legales y estándares internacionales.

El segundo tema importante son los procesos que atraviesa el fabricante mientras produce el producto. Las empresas con certificación de seguridad alimentaria garantizan la coherencia en la solidez y la confiabilidad en todos sus procesos y encuentran oportunidades para la innovación y la creatividad. Los procesos en áreas como la calidad de los alimentos y el medio ambiente, la salud y la seguridad deben ser robustos y compatibles tanto en la cadena de producción como en la de suministro.

Finalmente, la audiencia a la que llega el producto es la audiencia del consumidor. La conciencia del consumidor y la toma de la decisión correcta están aumentando con los programas de certificación de seguridad alimentaria.

Los beneficios del certificado del Sistema de seguridad alimentaria (FSS) para las empresas se pueden enumerar de la siguiente manera:

• Incrementar la credibilidad de la marca
• Brindar al consumidor la confianza de que los productos son seguros y de buena calidad.
• Proteger toda la cadena de suministro y promover las mejores prácticas
• Obtener acceso al mercado mundial
• Dar a los productos una ventaja competitiva
• Promover el crecimiento, reducir costes y aumentar la eficiencia
• Garantizar que la seguridad alimentaria sea clave y ayudar a reducir los riesgos comerciales
• Estar a salvo del riesgo de reputación
• Mejorar los estándares de los proveedores y la consistencia en materias primas, empaques y problemas similares al prevenir defectos en los productos.
• Elimine múltiples auditorías y cumpla con los requisitos reglamentarios a un costo menor

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