El pescado y los mariscos son una parte importante de una dieta saludable, pero el aumento de la demanda y la sobrepesca en muchas partes del mundo han provocado la disminución de las poblaciones de peces marinos en todo el mundo. 

El pescado de piscifactoría es una forma de satisfacer la demanda y, al mismo tiempo, reducir la presión sobre las poblaciones de peces silvestres. Aunque el consumo de pescado ha aumentado en los últimos años, muchos europeos no cumplen las directrices recomendadas y deberían aumentar su consumo de pescado.

El pescado y el marisco proporcionan nutrientes esenciales relacionados con la salud, que incluyen proteínas, ácidos grasos poliinsaturados omega-3 de cadena larga (AGPI n-3 LC), vitaminas y minerales. 

Sin embargo, alrededor del 29% de las poblaciones de peces marinos en todo el mundo están sobreexplotadas y el 61% se pesca a plena capacidad. Se han realizado esfuerzos en Europa y el mundo para hacer que los recursos pesqueros sean más sostenibles. 

Los beneficios de la piscicultura, también llamada acuicultura, son ampliamente defendidos por la Comisión Europea.

El pescado cultivado con buenas prácticas de cultivo es una fuente segura, sostenible y nutritiva de productos del mar que puede aliviar la carga de las poblaciones de productos del mar sobreexplotadas. El pescado de piscifactoría también suele estar más fresco en el momento de la compra y el procesamiento.

Décadas de industrialización y actividades humanas han llevado a la contaminación de los océanos y mares del mundo, lo que significa que los peces y mariscos silvestres están expuestos a contaminantes. 

El nivel de contaminación de los peces silvestres se ve muy afectado por su dieta. Los carnívoros como el salmón o el atún son las especies más propensas a acumular niveles más altos de contaminantes porque ocupan un lugar más alto en la cadena alimentaria.

Aunque no es posible controlar la dieta de los peces silvestres y los niveles de contaminantes varían mucho según la región geográfica, los niveles de contaminantes de los piensos se pueden monitorear y controlar de cerca en la acuicultura.

La legislación de la UE establece normas estrictas, incluidos los niveles máximos de contaminantes en los alimentos para la acuicultura, para garantizar que el pescado de piscifactoría sea seguro para los consumidores. Además, los programas de vacunación reducen los brotes de enfermedades en la salmonicultura.

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